Los ritmos biológicos, especialmente el circadiano de sueño/vigilia, son esenciales para las funciones vitales en los seres vivos. A lo largo de la historia, hemos ajustado nuestros hábitos de sueño según la ubicación geográfica, pero hoy en día, factores como dispositivos electrónicos con pantallas LED afectan la melatonina, crucial para el sueño. Cambios modernos en el estilo de vida, como horarios laborales extensos y exposición constante a la luz, amenazan nuestro sueño. Alteraciones en la rutina diaria, como alimentación y actividad física, también afectan la calidad del sueño. Estos cambios pueden dar lugar a problemas de salud mental y física, subrayando la conexión directa entre la calidad de vida y un sueño reparador.